Evolución de la radio

Evolución de la radio
Radio de tubos y radio digital portátil

domingo, 5 de junio de 2011

Los primeros radioescuchas


No había tensión en los discursos emitidos por la radio. Existía una identidad cultural, no se abordaba en ningún momento el tema de la miseria, la injusticia que había por parte de los latifundistas, la gran diferencia entre las clases altas y bajas, además de que aún no existía la clase media.
Como no se tocaban algunos temas polémicos de la sociedad, la radio no tenía ningún tipo de conflicto, por lo que las emisiones se desarrollaban con mucha tranquilidad. Todos mantenían una misma ideología y no tenían ningún desacuerdo. La radio tenía demasiada credibilidad puesto que para las personas fue una novedad el poder escuchar voces a través de una caja de madera.



Los primeros en adquirir radios receptores fueron seis familias cuencanas. Al encenderse la luz todos se reunían a escuchar las señales de radio, estas señales tenían el defecto del ruido físico, esto causaba malestar, pero solamente los verdaderos fanáticos de la radio se entretenían a pesar del ruido.
La llamada “caja de música radiotelefónica” sirvió también para captar emisoras del mundo de onda corta, con solo girar la perilla se podía captar emisoras de cualquier parte del mundo. La radio ocupó un lugar muy importante dentro de la vida de los azuayos en las primeras décadas del siglo XX. En ese entonces no existía ningún tipo de congestionamiento de las frecuencias.     



Un ciudadano guayaquileño entregó un pequeño equipo transmisor al Club de los Compañeros, Seguidamente Juan Eljuri lo entregó a quienes serían responsables de la primera emisión radial.
Este transmisor era muy pequeño ya que tenía 40 centímetros de alto, cubierto de madera, con un micrófono de carbón y con una potencia de 10 vatios. Sin embargo, con el lograron realizar la primera transmisión de radiotelefonía.

Radio la voz del Tomebamba
Para las primeras audiciones radiales, hechas por “El Club de los Compañeros” (grupo de jóvenes cuencanos) se utilizó un equipo con deficiencias técnicas. Las llamadas “audiciones de radio” eran audiciones eléctricas porque no usaban las ondas denominadas Hertzianas, estas consistían en ser un tipo de mensajes personales para todos aquellos que se detenían el en parque a escucharlos, con las canciones del grupo del club, además de las canciones de Juan Eljuri.
Esto despertó en el pueblo azuayo la curiosidad de instalar la primera emisora radial denominada La Voz del Tomebamba, con el defecto de que se usaba un equipo precario. 




La primera emisora intentaba dar el mensaje de acuerdo a sus necesidades culturales, religiosas, políticas, en sí de cualquier ámbito pero siempre de un sector  que sea dominante.
El comunicólogo Daniel Prieto manifiesta que “la selección de los conflictos a presentar en los mensajes, depende sin dudas, de la intención del emisor. Pero ella viene dada también por la evaluación de los grupos destinatarios, ciertos temas que tocan fuertemente a la vida cotidiana, ciertas experiencias paradigmáticas que tienen a menudo las relaciones sociales en determinado período histórico”.
La radio era solo un reflejo de lo que significaba
la clase dominante. Es por eso que no había problema con lo que 
hacía la radio. Pero en algún momento eso tenía que cambiar.

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